Playback, de Raymond Chandler: dignificar al detective

Desde este mes de marzo, de la mano de Penguin Random House, tenemos el agrado de encontrar en las librerías una interesante reedición de Playback, última novela concluida del cínico y famoso escritor Raymond Chandler.

Por: Morena Fournier

Título: Playback
Autor: Raymond Chandler
Sello: Plaza & Janes
Precio: $159
Fecha publicación: 03/2016
Idioma: Español
Formato, páginas: Rústica Bolsillo, 224
ISBN: 9789877251500
Temática: Ficción moderna
Colección: Contemporánea
Edad recomendada: Adultos






¿Por qué será que cuando unx observa una foto de Raymond Chandler, pareciera vislumbrar a Philip Marlowe? Algo que va más allá de la estética, algo en la mirada. Es que al ser Marlowe un personaje de ficción, su cuerpo y rostro va a ser siempre un poco a gusto del lector. Chandler nos dará a entender que el detective es un hombre atractivo, quizás por el increíble poder que ejerce sobre las muchas femmes fatales que componen sus novelas, pero es su personalidad y forma de ser lo que hace querible al personaje. El honor, la astucia, la ironía, una pizca de melancolía, valor y cinismo, todo eso es Marlowe, y mucho de eso parecen reflejar los ojos y el porte de Raymond Chandler.



Durante este mes que ya casi caduca, Penguin Random House nos hizo el inmenso favor de reeditar algunas novelas clásicas, decoradas con detalles histórico-estéticos especiales (un bellísimo ejemplo es la reedición de Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, por los 150 años de su primer edición) y acompañadas con otro texto particular aparte del que en sí mismo compone al libro. Así es como desde este mes encontramos en las vidrieras de las librerías a Playback (1958), último libro finalizado por el autor antes de morir (remarco el carácter final de la obra puesto que empezó otra antes de morir pero quedó inconclusa).

Para los que no saben y desean saber, Raymond Chandler (1888-1959) fue un autor de novelas negras, alcohólico, cínico, y depresivo. Un sujeto muy particular: leí por ahí que "gracias a él, la novela negra ganó una dignidad literaria desconocida hasta entonces". Y en cuanto unx lee una de sus obras puede entender un poco a que se refieren con “dignidad literaria”: las novelas de Chandler no solo atrapan y divierten, sino que son extremadamente estéticas. Las escenas pasan por la imaginación como una película en la cual sinceramente ya no interesa quién mató a quién o por qué chantajean a esa joven y hermosa señorita; no, el misterio ocupa un segundo plano: acá lo que importa, lo que interesa son las posturas, son los diálogos, los colores, las caras. Acá importa Marlowe y qué va a hacer después de fumarse ese cigarrillo.

Humphrey Bogart como Philip Marlowe en
la adaptación al cine de The big sleep (1946)
Será que quedé enamorada con esta última novela. En este libro, en el cual Chandler va cerrando lentamente el círculo que empezó el detective con ese primer Sueño Eterno (1939), tenemos un misterio sin sangre: un teléfono suena y del otro lado un abogado prepotente y gritón le encarga (prácticamente ordena) al detective que siga a una joven. Y ahí tenemos un primer choque divertido, al instante continuado por el encuentro con la primer femme fatale que compone esta historia: la señorita Vermilyea, secretaria de aquel abogado soberbio, personaje colorido y secundario que alimentara los monólogos críticos de Philip Marlowe, e intercambiará alguna que otra conversación irónica. Así es como se suceden sin descanso una serie de personajes y eventos que parecen nunca llegar a ningún lado, pero que atrapan como solo Raymon Chandler supo hacerlo.

Y si bien la historia ya es una excusa para buscar este libro, Penguin Random House nos tienta con algo más: al final se incluye una entrevista tremenda entre Ian Fleming (creador de James Bond y todas sus aventuras) y Raymond Chandler, en la cual Fleming, más joven, entrevista al viejo Chandler y comparten opiniones sobre el género, sobre diferentes autores, sobre sus propias técnicas a la hora de crear historias. Usted, lector/a, que justo tiene ganas de escribir una novela negra, deberá leer esta entrevista si quiere hacer las cosas como las hacían los grandes.

Se que derrocho subjetividad (cuándo no): admiro a Chandler desde antes de leer Playback. Pero a veces hay que creerle a la gente que fue seducida por un autor. Y es que, mírelo usted, mire esa pipa, esos anteojos, ese saco cuadrille. Mire a ese hombre que parece un detective de novela negra, ¿no le interesa saber que bulle en esa imaginación?.


Sobre el autor:

Raymond Thornton Chandler (1888-1959) es el gran maestro de la novela negra americana. Nació en Chicago, pero pasó la mayor parte de su infancia y juventud en Inglaterra, donde estudió en el Dulwich College y acabó trabajando como periodista freelance en The Westminster Gazette y The Spectator. En 1919 regresó a Estados Unidos y se instaló en California, donde ejerció como directivo de varias compañías petroleras independientes. Sin embargo, la Gran Depresión terminó con su carrera en dicho sector en 1933. Chandler tenía cuarenta y cinco años cuando empezó a escribir relatos detectivescos en revistas baratas de género negro, más conocidas como pulps: Black Mask, Dime Detective. Sus novelas destacan por el realismo duro y la mirada social crítica. En El sueño eterno (1939), su primera novela, presentó en sociedad al impetuoso pero noble Philip Marlowe. Pronto la siguieron Adios, muñeca (1940), La ventana alta (1942), La dama del lago (1943), La hermana menor (1949), El largo adiós (1953) y Playback (1958). Mantuvo una relación estrecha y turbulenta con Hollywood, que llevó sus novelas a la gran pantalla y para cuya industria cinematográfica trabajó de guionista entre 1943 y 1950. En 1958 fue elegido presidente de la organización Mystery Writers of America. Murió en La Jolla, California, el 26 de marzo de 1959.


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