Los errores ortográficos graves más comunes en nuestro idioma

No hay peor carta de presentación que una hache ausente, una be donde deberíamos encontrar una uve o una jota donde debería haber una ge: a menos que uno sea Juan Ramón Jiménez, que sólo escribía con jotas, la licencia no está permitida.



Es, entonces, fundamental escribir cuidando la ortografía, ya sea para un informe laboral, el currículo, un correo electrónico informal o una carta de amor: igual que no salimos a la calle en pijama, debemos presentar a las palabras duchadas, repeinadas, con todo en su sitio. Y con las reglas ortográficas aplicadas pertinentemente.

Para ayudar en tan ardua tarea, aquí exponemos algunos de los errores más frecuentes, así como su corrección. Vaya por delante que obviamos uno de los, sin duda, más habituales errores que se cometen: la ausencia o el exceso de tildes. Si no se quieren aprender las reglas de acentuación en español, acaso lo mejor que puede uno hacer para poner las tildes donde debe es leer mucho.

1. Haber, a ver


La diferencia es fundamental, pero su error es muy común. No hay como echar un ojo por las redes sociales o introducir las expresiones en cualquier buscador para comprobar que un gran porcentaje de la población se equivoca en el uso.

Haber es un verbo, se escribe con hache y con be, y se utiliza como auxiliar (He comido, Puede haber vuelto ya) o como impersonal (Hay judías para comer). A ver es la combinación de la preposición a con el verbo ver: A ver qué pasa.

Es, sin embargo, frecuente, hallar la grafía: *Haber qué pasa. Para evitar errores, debemos pensar que a ver equivale a veamos (Veamos qué pasa). De esa manera eludiremos un error tan habitual como grave.

De lo contrario debemos recordar que, como dice con humor un tuit popular: "Hay un círculo del infierno reservado para los que confunden a ver con haber: el Haberno".

2. Halla, haya, aya, allá


En este caso tenemos cuatro palabras cuya grafía se parece mucho pero no es igual, como tampoco lo es su significado. Halla es del verbo hallar, que quiere decir 'encontrar'. Es, pues, muy incorrecto escribir cosas como la que sigue: *Es improbable que lo halla visto. En tal caso deberíamos utilizar haya, del verbo haber. Además, haya puede emplearse como nombre común, y en tal caso se refiere a un árbol.

Aya, por otra parte, es un sustantivo que hoy apenas se usa. Se refiere a la nodriza, la mujer encargada de cuidar a los niños.

Finalmente, allá, con acentuación aguda, es un adverbio de lugar.

Es importante tener claras las diferencias entre estas cuatro formas para escribirlas adecuadamente, ya que la mayoría de ellas se usan constantemente en español.

3. Hay, ahí, ¡ay!


Lo mismo sucede con estas tres formas, muy repetidas en el español coloquial y formal, por lo que debemos tener clara su distinción.

Hay, una vez más, es una forma conjugada del verbo haber que, como no debemos olvidar, se escribe con hache, con be y con y griega siempre.

Ahí es un adverbio de lugar, por lo que es invariable: siempre se escribe con hache intercalada. ¡Y ay del que no ponga ahí la hache que hay que intercalar...!

¡Ay! es una interjección expresiva, suele ir entre exclamaciones (aunque no es obligatorio) y se escribe sin hache y con y griega en todas sus apariciones.

4. Valla, vaya


Vaya es, como ay, una interjección, de modo que no varía en su forma, siempre escrita con uve y con y griega. No debemos confundirla con la baya, que es un fruto.

Valla, por otro lado, es un nombre común que se refiere a la línea formada por tablas unidas o estacas hincadas en el suelo para delimitar un terreno.

5. Hecho, echo


Este es otro de los errores (¡de los horrores!) que con más frecuencia se aprecia en los escritos. El primero es el participio del verbo hacer, y el segundo la primera persona del presente de indicativo de echar. Confundirlos supone incurrir en un error grave.

Por esta misma razón, escribimos deshecho cuando nos referimos al participio de deshacer y desecho cuando queremos aludir a los restos, lo que queda, la basura de algo.

6. Yendo, *llendo


No hablamos aquí de dos palabras cuya grafía se confunda o se parezca, sino que la forma *llendo, sorprendentemente frecuente, no existe. Tal vez por influencia del verbo llegar, hay una gran tendencia a escribirla, pero debemos recordar que el gerundio del verbo ir es, siempre, yendo, escrito con y griega. 

Fuente: el confidencial
Texto: Marta Jiménez Serrano

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