Muñecas Chinas por Lisa See: hechas para el cine

Debo admitir que una vez más prejuzgué fuerte. Porque si, porque prejuzgar es gratis y porque en un primer momento la imagen de la tapa (algo así como una diva china dibujada), la cara de la autora en la contratapa con esa pinta de mujer norteamericana realizada y la leve sensación de que me recordaba a Danielle Steel me instó a pensar que el libro iba a ser un típico best-seller de heroínas perfectas pero humanas y, la verdad, no me tentó mucho. Pero había un poco de historia en la sinopsis y me copé. 

Por: Morena Fournier

Es ahora que después de este poco halagador comienzo de reseña paso a enumerar algunas de las cosas que me hicieron retractarme:

1. De película. El libro está escrito, casi preparado, para ser adaptado al cine. Cómo están expresados los detalles históricos, las descripciones simples pero exactas del vestuario, hacen de la novela algo tan simple de visualizar que se siente como verlo en pantalla grande.

2. Los personajes. Las tres mujeres que protagonizan este libro se llaman Grace Lee, Ruby Tom y Helen Fong. Dos chinas, una japonesa. Dos bailarinas increíbles y una chica que necesita ayuda, necesita amor y tiene un ritmo natural que la pone a la altura de las otras. Los personajes muestran a lo largo de la historia cambios, crecen por sus experiencias y sus decisiones, evolucionan y se muestran más crueles, más naturales y, por qué no, más reales. Definitivamente esas chicas existen en la vida real y son muchas.

3. La percepción del amor. La historia está envuelta por una variedad interesante de amores: desde el amor paternal violento, el amor fraternal manipulador y perverso hasta el amor más sincero entre una pareja o entre amigxs. Cómo son presentados, cómo son cuestionados y vividos por los personajes, es una cara del libro que puede dejarte algún mensaje interesante y analizable.

4. Historia. El libro termina con un extenso agradecimiento y una fugaz descripción de la cantidad de cosas que investigó la autora, personas con las que habló y lugares que visitó para desarrollar el contexto. Un contexto que por sobre todo está reflejado en los detalles: la ropa, las canciones, las costumbres de la época, de los chinos y de los chino-norteamericanos durante el pre-durante-post Segunda Guerra Mundial. No solamente eso. Personajes fuertes, lugares puntuales que son el núcleo de la historia fueron reales. Y es en ese momento que te dan ganas de leer otra vez el libro.

Entonces: si una novela que creíste no tan buena te retruca con estas cosas y encima te da ganas de leerla otra vez, debo admitir ahora que recomiendo ampliamente este libro tanto a aquello que disfrutan de las novelas históricas, como aquellos que prefieren las novelas simples e interesantes.

Creo que podría seguir, pero sospecho que la reseña se va a volver larga, y  preferiría sinceramente que, si les parece, le den una oportunidad a Lisa See y sus Muñecas Chinas.

¡Agradecemos a Ediciones B Argentina por el ejemplar!

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